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Encontrar espacios nuevos provoca en uno mismo sensaciones, pensamientos que todavía están por descubrir. A veces, uno elige un sitio al azar, sin un porqué. Y entonces, te das cuenta de que siempre te envuelve el mar, eres mar.

Encontrar espacios nuevos provoca en uno mismo sensaciones, pensamientos que todavía están por descubrir. A veces, uno elige un sitio al azar, sin un porqué. Y entonces, te das cuenta de que siempre te envuelve el mar, eres mar.

Esculturas que evocan caminos, a menudo aislados en entornos solitarios. Expresan las disparidades sociales y económicas que surgen, cada vez más, en nuestra sociedad.

La obra “Comunidad”, traza líneas invisibles entre el frío metal y la cálida esencia de lo humano. La obra, un cubo de hierro perforado, se erige como un testamento a la dualidad de la vida urbana: la proximidad física y la desconexión emocional.

Encontrar espacios nuevos provoca en uno mismo sensaciones, pensamientos que todavía están por descubrir. A veces, uno elige un sitio al azar, sin un porqué. Y entonces, te das cuenta de que siempre te envuelve el mar, eres mar.

Encontrar espacios nuevos provoca en uno mismo sensaciones, pensamientos que todavía están por descubrir. A veces, uno elige un sitio al azar, sin un porqué. Y entonces, te das cuenta de que siempre te envuelve el mar, eres mar.